Recuerdo que en verano dejamos atrás a algunos compañeros que formaban parte de nuestra historia.
Comenzamos a navegar con Noelia, Raquel y Jaime con timón en mano. Con la ayuda de otros comandantes como Marga, Fátima, Mercedes, Marcos, Inma, Patricia, Silvia, Rebeca, Mary, Alicia y Tere, comenzamos a surcar los mares del otoño izando las velas guiadas por los vientos de las letras, los números...
Para algunos ese viento pareció huracanado, mientras otros lo percibieron como una suave brisa. Pero entre todos logramos llegar al primer puerto, las vacaciones de diciembre.
Cuánto esfuerzo, cuántas lágrimas y cuántas palabras de aliento sirvieron para enderezar nuestro gran apreciado navío.
Arranqué las hojas de Enero, Febrero y Marzo, con la alegría de que todos estábamos madurando, dejando atrás muchas tormentas con algún que otro rayo amenazando.
Y ya, por fín, cuando logré quitar Abril y Mayo, abrí los ojos y pensé: "Otro curso ya acabado?"
Y volví a deletrear susurrando:"J-U-N-I-O.
Mi corazón parece que tomó carrerilla y palpitando sintió que nuestro viaje se estaba acabando. Debíamos disfrutar a tope; abrazarnos los unos a los otros; bailar con el vaivén de las olas; recordar cada una de las estrellas a las que pusimos nombre al mirar de noche en el firmamento.
Uy, y ya hemos llegado a destino con las mochilas cargadas de conocimientos, valores,, juegos, sonrisas, valores...
Por eso cada vez que queramos recordar esta y otras aventuras, tomaremos prestado el telescolpio de los recuerdos que guardamos en este blog.
Os dejo las fotos de los graduados, que en este viaje se han apeado de nuestro barco, deseándoles que en su próximo viaje naveguen, naveguen y naveguen en el mar de la felicidad junto a sus seres especiales.